"Los niños hacen lo que ven, no lo que les decimos". Esta frase resume una de las verdades más poderosas de la crianza: enseñar desde el ejemplo es la herramienta más eficaz que tenemos para educar.
En la disciplina positiva, no se trata solo de decirle al niñ@ cómo comportarse, sino de mostrarle con nuestras acciones lo que significa el respeto, la empatía, la paciencia y la responsabilidad. Porque si queremos criar personas amables, debemos ser amables. Si queremos que aprendan a gestionar sus emociones, debemos mostrarles cómo lo hacemos nosotros.
¿Por qué el ejemplo es tan importante?
El cerebro de un niñ@ está en constante aprendizaje, y aprende más por observación que por instrucciones. Desde pequeños, imitan gestos, palabras, actitudes. Somos su principal referencia.
Cuando gritamos para pedir que no griten, enseñamos a gritar. Cuando perdemos el control al corregir una conducta, enseñamos a reaccionar sin control. Pero cuando respiramos antes de responder, cuando pedimos perdón si nos equivocamos, cuando escuchamos con atención... les estamos regalando herramientas para la vida.
Ejemplos cotidianos de enseñanza por modelado
1. Manejo de emociones
Si estás frustrad@ y dices: “Estoy muy molesto, necesito un momento para calmarme”, le estás enseñando a autorregularse.
2. Resolución de conflictos
Si discutes con tu pareja o con otra persona y lo haces sin gritar, escuchando y buscando acuerdos, estás mostrando cómo resolver diferencias con respeto.
3. Pedir perdón y asumir errores
Si te excedes y luego dices: “Perdón por gritar, estaba cansad@, pero no fue la mejor forma de hablarte”, estás enseñando humildad, responsabilidad y reparación.
4. Trato hacia los demás
Si tratas con cortesía al camarero, al conductor, a una persona mayor, tu hij@ aprende a tratar a los demás con dignidad.
Coherencia entre lo que digo y lo que hago
La incoherencia genera confusión y pérdida de autoridad. Si dices “no se puede usar pantallas durante la comida”, pero tú respondes mensajes mientras comen, el mensaje se diluye.
El ejemplo no exige perfección, pero sí honestidad. Si un día no puedes seguir tu propia norma, explícalo:
“Hoy voy a responder un mensaje urgente, pero después dejo el móvil para estar contigo.”
Esto también enseña flexibilidad y transparencia.
Modelar no es controlarlo todo
Enseñar desde el ejemplo no significa actuar siempre perfecto para que el niñ@ copie. También implica mostrar humanidad, aceptar errores, reírnos de nosotros mismos y tener apertura al aprendizaje. Eso es lo que queremos que aprendan.
Consejos para enseñar desde el ejemplo
- Sé consciente de tu lenguaje (verbal y corporal). Lo que dices y cómo lo dices queda grabado.
- Cuida cómo hablas de ti mism@. Si constantemente dices “soy un desastre”, tu hij@ aprende autocrítica dañina.
- Respeta sus tiempos, como te gustaría que respeten los tuyos.
- Muestra interés genuino. Apaga el móvil cuando te cuenta algo. Esa atención plena enseña más que mil sermones.
- Comparte tus procesos. “Hoy estaba nervios@, pero hice una pausa, respiré y me sentí mejor.” Eso enseña estrategias reales.
Y si me equivoco… también estoy enseñando
A veces gritamos, perdemos la paciencia, o actuamos desde el cansancio. Eso también puede ser una oportunidad de aprendizaje si sabemos repararlo:
“Hoy no respondí de la mejor manera. Estoy aprendiendo también. Gracias por tu paciencia.”
La crianza respetuosa no busca criar niñ@s perfectos, sino personas auténticas, conscientes y capaces de convivir desde el respeto. Y eso empieza por nosotros.